Todas las caras de la luna serán nuestras
Obra no disponible para la venta

Registro audiovisual del proceso de esta obra para "Un matema poético para la causa artística"

Obra realizada para la exposición "Un matema poético para la causa artística" en Bodega Monteviejo, bajo el marco de "Reencarnaciones", proyecto cultural basado en dispositivos de experimentación artística entre las artes y el psicoanálisis.
Este trabajo surge a partir de la vivencia de una performance realizada a la madrugada. A continuación, el texto de sala: 
Es de madrugada, en un salón oscuro y silencioso, la sensación es como si habitásemos un espacio-otro, que no es de este planeta. Un cuerpo se presenta inmenso. Entre la oscuridad se ilumina una mujer de cabello largo.
Esa mujer es la Luna, redonda, misteriosa, enigmática. Es la cara oculta de la Luna. Aquello que está pero no logramos develar por completo. La cara desconocida reúne nuestras fantasías y anhelos de una realidad diferente, libre de lo cotidiano y hostil.
La cara oculta de la Luna se descubre entre las sombras de millones de puntos, y deja ver un varón y una mujer de cabellos con forma de cráteres. Sus rostros desdibujados nos muestran seres parecidos a nosotros.
El día que tengamos el coraje de observar y comprender la parte oculta de la Luna, que habita en cada uno: todas las caras de la Luna serán nuestras.

Esta obra se trabajó en conjunto con la poeta Melisa Carrasco que escribió el poema "La dictadura del día":
“...Al otro lado de la luna,
siempre es de noche
cada cráter es una habitación de motel
donde seres parecidos a nosotros
se diluyen entre espumas de mar
crean músicas cavernosas
alternan
entre aire y agua
como peces circulares en su ruta de ahogo.
Si se cansan beben el licor lunar
de placenta y jengibre
piernas cuelgan al infinito
saludan a los del cráter contiguo
comparten bocaditos de nube y relámpago
para electrizarse y escribir
poemas tristes y hermosos
como estrellas en su último brillo
cayendo antes de morir.
Ellos celebran la caída de sus corazones
entonces, vacíos
de toda angustia
vuelven a la cadencia acuática
a los sueños de esperma y azúcar...”
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